En los comercios y los restaurantes los adornos navideños parecen brillar con más intensidad este año. Aunque los récords de ventas de hace una década quedan lejos, esperan la mejor campaña desde que la crisis hizo su aparición en 2008. Los primeros indicios les invitan al optimismo: grandes almacenes y financieras bombean más crédito para compras a plazo y las patronales de comercio, restauración y turismo creen que los españoles gastarán con más alegría. Algunas tradiciones que habían quedado arrinconadas resucitan, como las cestas de navidad y las cenas de empresa, aunque en muchos casos, todavía son los trabajadores los que se las pagarán de sus bolsillos.

Con el Puente de la Inmaculada muchos españoles han dado por inaugurada la temporada navideña. Las calles comerciales de Madrid, por ejemplo, están a rebosar desde el pasado viernes. Aún así, no todos los visitantes compran. Miguel Ángel Castillo, de 47 años, es de Guadalajara y acudió este lunes a la capital con la familia. Aun no ha empezado a comprar regalos, pero ya avisa de que no piensa gastar más de lo necesario: “Por suerte no tengo problemas económicos, pero los que dicen que la economía se está arreglando, no dicen la verdad. La crisis sigue igual”, considera. En una librería de la Gran Vía, atestada a media tarde, la dependienta contaba que este puente “es una de las fechas más potentes en ventas”.

El comercio es optimista. El año pasado las ventas ya crecieron más del 6% en Navidad y este año, la buena acogida de las rebajas del último fin de semana de noviembre (el llamado Black Friday) les hace pensar en la mejor campaña invernal desde 2008. El crédito al consumo empieza a fluir: el Corte Inglés ha preparado 1.000 millones para financiar las compras navideñas de sus clientes. Carrefour ofrece créditos a 12 meses sin intereses.

Aunque la mejoría se palpa, para alcanzar los niveles precrisis todavía falta un trecho. El índice de comercio al por menor, que mide el negocio de las tiendas, llegó en diciembre de 2006 a los 113 puntos. El año pasado, tras una buena Navidad, se quedó en 87 puntos. Y el pequeño comercio se lleva la peor parte: su nivel de ventas en octubre de este año era todavía un 25% inferior al de 2007.

Las reservas para cenas de Navidad y de fin de año repuntan. “El conjunto del sector hostelero está en una situación de franca recuperación, con un aumento de la facturación que cuantificamos alrededor de un 4%”, explica Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR). “Restaurantes, bares y cafeterías están viendo como la confianza del consumidor ha ido aumentando a lo largo del año. Y si bien no podemos hablar de consumo a nivel precrisis, las cosas van bien, y mejor que en el año pasado”, añade. Los eventos de empresas se han animado, aunque persiste un cambio. “Frente a las cenas pagadas por la compañía de antes, se han impuesto las cenas organizadas y pagadas por los propios trabajadores”, dice Gallego.

El sector que, en cambio, parece sufrir cierto retraso en la recuperación, es el del ocio nocturno. Vicente Pizqueta, portavoz de Noche Madrid, una asociación que pertenece a la Federación de Asociaciones de Ocio Nocturno de España (FASYDE), cree que los hábitos que se generaron durante los años de la crisis tardarán en virar. La gente sale menos de fiesta, prefiere quedarse en casa y, si sale, gasta menos que en los años de bonanza, apunta Pizqueta. Cree que “las expectativas de diciembre siguen siendo buenas”, pero considera que en las fiestas todavía se gasta con menos despreocupación que en 2007.